30 agosto, 2011

AMPLIACION DE CENTRO GEONTOLOGICO. CENTRO DE REPOSO, REHABILITACION FUNCIONAL Y ATENCION RESIDENCIAL ESPECIALIZADA EN ALFAZ DEL PI (ALICANTE)

Hoy toca hablar sobre el Proyecto fin de carrera de Edna Dosíl Gil. Las infografías se realizaron en. Se trata de conseguir unas infografías que potenciasen el ambiente mediterráneo de la zona de Alicante. También se quería que el huerto de naranjos tuviese su importancia sin con ello quitar protagonismo a la arquitectura.

El solar del proyecto se sitúa en el término municipal de Alfaz del Pi, Comunidad Valenciana. Situado en la costa de la provincia de Alicante a unos 50 km al noreste de la ciudad de Alicante.
 

El proyecto consiste en la ampliación de un centro sanitario de personas dependientes que está actualmente en uso. Las personas que ingresan en este centro gerontológico precisan de una atención médica personalizada las 24 horas del día. Pero cada vez se dan más casos de personas que requieren una cierta vigilancia pero cuyo caso no es de una total dependencia. Personas que de forma permanente o transitoria están afectadas por una situación de movilidad reducida o limitación sensorial que no les impide valerse, hasta cierto grado por sí mismas. Y estas personas no encuentran entre los residentes del centro gerontológico casos iguales al suyo, sino gente de edad muy avanzada y graves problemas de salud, normalmente irreversibles. Este entorno no es el adecuado para una futura recuperación ya que psicológicamente no es muy positivo. 
 

Y aquí nace la idea del proyecto. Se plantea cubrir esta demanda y realizar un Centro específico para ellos. Por tanto el proyecto consistiría en una ampliación propiamente dicha de la residencia con 16 habitaciones para un grado severo de dependencia, y 24 viviendas con dos tipologías, para personas independientes o para personas que dependen de algún familiar o asistente que conviviría con él. Y una zona de rehabilitación tanto de tratamientos húmedos como secos. Además de una zona para ocupar el tiempo libre con una sala de proyecciones, talleres y una pequeña sala de lectura. El programa serán unos 7000 m2. 
 

Uno de los condicionantes que marcaron el comienzo del proyecto es el desnivel que hay entre la calle de acceso y el terreno de los naranjos. Una banda perimetral entre 4 y 5 metros de ancho, de escollera y escombros rodea el huerto de naranjos. El desnivel entre la calle y el terreno se mueve entre los 2 y los 3.5 metros de altura. Y entre la zona alta y la zona baja del solar hay un desnivel de 10 metros de altura resuelto a través de terrazas. Con todos estos condicionantes el proyecto consiste en construir en el límite respetando el entorno natural, reducir el impacto visual, poniendo en valor el lugar y su pasado, sin borrar sus huellas ni alterar su fisionomía. Esto permite liberar suelo y construir de una forma equilibrada, dejando así una importante densidad de Naturaleza. El edificio o conjunto de ellos intenta proteger la Naturaleza existente, que sea el edificio el que se adapte a ella. Por eso mismo el proyecto se sitúa en esa banda perimetral, en esa zona descuidada para construir en ella. En vez de conquistar la Naturaleza adaptarse a ella y aceptar el reto de la topografía. 
 

Además estableciendo el conjunto de edificios en todo el borde perimetral resolviendo los accesos. Para ello se construye una logia o galería a lo largo de todo el límite que servirá de tránsito entre la calle exterior y el jardín de naranjos. Se trata de un espacio interior exterior, exterior interior. Potenciar lo natural, destacar lo artificial.
 

El conjunto se tiene que distinguir del entorno, crear una unidad, marcar su posición y su lugar. Y para darle esa unidad aparece el MURO como elemento de unión de las diferentes piezas. Muro entendido como cierre perimetral, como fachada, filtro, celosía, porche griego, como las paredes de un palacio que esconden tras ellas un gran jardín, un tesoro, el paraíso. Y técnicamente un muro Trombe que capte el sol y que gracias a su inercia térmica no lo deje pasar al interior y lo conserve para expulsarlo cuando sea necesario.

El concepto parte de las casas tradicionales mediterráneas con pocos huecos hacia afuera pero muy ricas interiormente con grandes aperturas y sombras para protegerse del calor. Y aquí en la materialización de este MURO comienza la relación con los materiales cerámicos. El muro estaría formado por piezas cerámicas, ladrillos perforados, celosías... que permitieran el paso de la luz en invierno y protegieran del soleamiento directo en verano.

El ángulo de incidencia en invierno es de 29 º y de 75º en verano. Con estas inclinaciones la idea es utilizar piezas a modo de celosía que permitan por rebote el paso de la luz. Se diseña una pieza hueca (celosía) con un acabado muy texturizado en el exterior y que captara y retuviera la radiación manteniendo así el espacio interior fresco en los meses calurosos y un acabado interior del hueco esmaltado o pintado que reflejara la radiación invernal y la trasladara al interior del espacio. 

El muro representa el contacto con la tierra, con el Mediterráneo y por eso está pensado para materializarlo en la cerámica. Crear un muro dinámico con textura, con movimiento y que se convierta en un muro existente, como si se hubiera heredado con el solar. Además el modo de construcción es coherente y consecuente con el entorno, con el Mediterráneo, que respeta el clima y el paisaje.

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